No es extraño que las marcas que deciden renovar sus espacios quieran realizar las remodelaciones con sus espacios en funcionamiento. Detener la venta o la atención a clientes puede ser crítico para el negocio de una organización, por lo que cerrar no es una posibilidad.
Es necesario por tanto construir por etapas, pero se debe tener claro que implementar de esta forma complejiza el trabajo de construcción debido a que la realización de las partidas de obra tiende a hacerse menos eficiente. Pongamos como ejemplo una partida simple: la instalación de cielo falso. La cuadrilla especializada en la instalación de este ítem debe ir a la obra a instalar durante cada una de las etapas, en vez de hacerlo en una sola fase, lo que genera aumentos en los gastos generales de la obra y otros riesgos asociados.
Generar un etapamiento de obra eficiente comienza por definir con claridad cuáles son las áreas a intervenir en cada una de las etapas y en donde se instalarán los cierres de dichos espacios. Es importante aclarar dentro del plano de etapamiento si estos cierres serán provisorios o divisiones definitivas del proyecto. Muchas veces los cierres provisorios pasan a ser la cara visible del proyecto, por lo que la terminación que tengan estos elementos es también un tema relevante.
La complejidad de definir las áreas de intervención pasa por considerar como se desplazarán durante la construcción cada uno de los diferentes usuarios del proyecto. Por una parte, debemos preocuparnos por los clientes, quienes deben tener un acceso y una salida fácilmente reconocible. Por otra parte, el etapamiento debe considerar a los trabajadores del espacio mismo, quienes algunas veces deben acceder por un lugar diferente a los clientes. Por último, se debe considerar el acceso de la constructora misma, que debe constantemente ingresar o extraer materiales desde la obra.
Sin duda durante la construcción de una obra en funcionamiento la experiencia de los usuarios no será la óptima. El objetivo de un etapamiento de obra efectivo es minimizar el impacto de los trabajos de construcción teniendo siempre como prioridad a los clientes, quienes deben seguir accediendo a los productos o servicios ofrecidos para mantener el negocio vivo.