El proyecto propone adaptar la nueva imagen a su sistema tradicional de venta, mostrando su renovación incorporando, por un lado, el color a través de vegetación y revestimientos personalizados, y su lado más moderno con un sistema de exhibición liviano y fino.
En este local se continúa con el sistema tradicional de venta tras mesón, para mantener una atención personalizada con el usuario, quien al entrar experimenta el cambio de imagen con la incorporación de cerámicas a muro diseñadas especialmente para la marca, acompañadas de una composición de maceteros de greda con plantas y flores de colores, asemejando las fachadas de las viviendas italianas; el piso gana protagonismo también al incluir un patrón que da textura al local, trasladando al usuario a las calles locales italianas. Por otra parte, la renovación de imagen se destaca por poner en contraste a esta Italia más tradicional con un sistema de exhibición que juega con los fondos blancos, para destacar los productos y sus nuevos packagings; un sistema que usa el blanco para otorgar levedad visual, junto con un lenguaje donde se juega con los espesores mínimos de los materiales, para darle protagonismo al producto.